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Capítulo 29: Revelación

Actualizado: 15 abr


Temporada 2


Me decido… Por ti…


Por Tsuki B.

 

Capítulo 29: Revelación


Abrir lentamente los ojos, la luz me hizo cerrarlos de golpe, me dolían, el brillo del día era más de lo que podía soportar.


— Sakura — escuche a Itachi llamarme.


Volví a separar mis parpados, y esta vez la claridad no fue tan tortuosa. ¿Dónde estaba? Sentía como la briza soplaba suavemente, y el susurrar de las hojas de los árboles brindaban una cacofonía relajante. Itachi se reclino hasta quedar su rostro sobre el mío, desde mi posición acostada advertía como su cabello guindaban y se mecían al compás del viento. Sus orbes de un oscuro pétreo brillaban con la claridad de un espejo reflejando mi cara.


Alce mi mano y tome su rostro, el tacto se sentía cálido, su piel bajo mis dedos era suave y delicada, carente de heridas o rasguños. Si esto era un sueño, sin duda me resultaba el más real de todos.


— ¿Es este el cielo? — pregunte mientras sonreía sutilmente.


Él frunció un poco la frente en un amago de preocupación y reproche.


— Si lo fuera, yo no estaría aquí.


Con esta respuesta fue mi turno de fruncir el entrecejo en reproche.


— ¿Dónde estamos? — deje a un lado su comentario, no deseaba discutir sobre si él merecía o no ir al cielo.


— En tu cabeza — él se alejó y yo gire el rostro para verle sentado a mi lado, su espalda se encontraba apoyada en la base de un árbol.  Fue entonces cuando me percate que nos encontrábamos debajo de mi manzano.


Deje escapar un resuello y me comencé a sentarme hasta quedar también con la espalda al tronco del árbol — ¿cuánto tiempo llevo durmiendo? — pregunte mientras veía el inmenso prado de pasto verde frente a nosotros.


— Varias semanas — fue su respuesta — he estado intentado con mi sharingan comunicarme contigo, pero no ha sido hasta hoy que lo he logrado.


— Suena a que he estado realmente mal — mire al suelo y suspire con cansancio. Mi por venir o heridas no me mortificaban, yo podía sanarme poco a poco hasta recuperar mi salud — ¿Cómo están los demás? ¿Naruto y Kakashi? Recuerdo que ambos se encontraban en aprietos. — alce el rostro para verle — ¿Cómo estas tu?


— Todos estamos vivos — él me vio y aunque su rostro no expresaba melancolía, algo se sentía fuera de lugar.


Vivos significa ¿bien o mal? ¿a alguien le falta algo? ¿o acaso perdimos contra Pain?


Vivos significa que tienes que preocuparte por despertar — él alzo una mano y coloco unos cabellos detrás de mi oreja —. Ya debo irme, te estaré esperando.


— No te vayas, al menos contéstame sobre Pain.


Él acaricio mi mejilla y sonrió sutilmente para golpearme en la frente con sus dedos índice y medio.


— Más que ganarle, Naruto le ha hecho ver que hay otro camino además del dolor. — Su cuerpo comenzó a desvanecerse, como si fuera hecho de arena — Estaré esperando por ti — fueron sus últimas palabras antes de esfumarse.


….


Cuando recobre conciencia nuevamente, todo me resultaba ajeno, no sabía dónde estaba, si me encontraba boca arriba o abajo, si era de día o de noche, un temor por la incertidumbre me comenzó a recorrer el cuerpo. Intente afinar mis oídos con la intensión de captar algo que me dijera dónde me encontraba.


Unos segundos trascurrieron y fue cuando escuche la lluvia golpear contra un vidrio. Yo me sentía seca y tibia, por consiguiente, me hallaba en una habitación.


— Sakura — una voz profunda me llamo — ¿Puedes escucharme? — hubo una pausa donde yo no hice nada más que esperar — si puedes escucharme intenta mover algo de tu cuerpo.


Aunque sonara extraño había olvidado como mover mis manos o piernas, era muy insólito porque no sabía dónde estaba mis extremidades. De nuevo me concentre y algo pareció quebrace, mi muñeca derecha me dolía mucho, podía sentirla, el musculo debido a la falta de movilidad me estaba dando a entender que no me agitara.


— Esta bien, no te esfuerces, al menos sé que me escuchas — volvió a hablar la voz —  . Descansa.

Aunque sus palabras no eran una orden sino una sugerencia, yo las acate y deje de esforzarme por mantenerme consiente. Pareció que pasaron años para cuando logre advertir la primera luz. Tarde en adaptarme pero luego de repetidos intentos logre ajustar mi vista a la claridad. Afuera llovía, no sabía si estábamos en el mismo día que intente moverme o era otro día.


Gire suavemente mi cuello a la derecha, este era una habitación de hospital, tenía una intravenosa en mi brazo diestro, y la ventana ubicada en la dirección que veía me ilustraba con un paisaje opaco, el cielo era gris oscuro, y aunque todo pareciera libido, se percibía cierta frescura en las gotas al resbalar por el vidrio.


Giré el rostro al lado opuesto y vi a Kakashi sentado en una silla, con las manos cruzadas sobre su estómago y la cabeza colgada hacia abajo. Él dormía plácidamente, con el libro Icha Icha edición especial que le regale años atrás, en su regazo. ¿Me estaba cuidando? En su frente se enrollaba una venda y su ropa era casual, no traía consigo el chaleco militar, sino una franela azul marino con las mangas remangadas y debajo su particular franela cuello de tortuga que le cubría el rostro.

Intente mover mi brazo y en eso sentí como este prácticamente crujía.


—“¿Es que nadie se preocupo en darme terapias para impedir la rigidez muscular?”— pensé. Me queje y eso despertó a Kakashi.


— ¡Sakura! — él se alzó de golpe de su asiento he intento impedir que me moviera — Debes mantenerte en reposo, tu cuerpo aún necesita recuperarse.


— Qu…e… — las palabras no salían de mi boca — unrr… — intente aclarar mi garganta, pero sabía a medicamento y eso me hizo arrugar la frente — ¿Qué… me…paa…


— No digas más, te explicare lo que te ocurrió y lo que ha ocurrido — él me vio un instante, estaba a un lado de mi cama, su rostro advertía al mío —, pero sólo si no intestas moverte bruscamente — su mano reposo en mi frente y acaricio mi cabello hacia atrás.


Yo conocía ese mimo, era el mismo que me hacía cuando éramos pareja, lo había olvidado por completo. Aunque nuestra relación fue corta todo termino por las tantas barreras que nos lo impedía como el ser alumna y maestro, o los catorce años de diferencia entre nosotros o él tabú de ser mi primer hombre a mis diecisiete años. No lamentaba mi tiempo con él, siempre fue un hombre que nos cuidos a Naruto, Sasuke y a mí. Le preocupaba que Naruto y yo sufriéramos por la partida de Sasuke y se culpaba de no haber hecho algo más para convencer a este ultimo de desertar nuestra aldea.


Quizás suene frívolo pero nuestra soledad nos unió y permitió que uno lamiera las heridas del otro. El que fuera mi primer hombre me dio cierta confianza a mí misma, en aquel entonces pensaba que había algo mal en mí, pero me convenció con palabras y actos de que yo era importante, y cualquier hombre simplemente debía sentirse alagado y orgulloso de estar conmigo. Sus palabras, aunque eran honestas fueron manchadas por sus propios miedos y prejuicios.


Rememorar todo esto me abatía. Aunque mi ruptura con Kakashi fue dolorosa, creo que la sobrellevamos bien porque ambos ahora éramos amigos. Kakashi acaricio un par de veces más mi cabeza antes de sentarse y resoplar con cansancio.


— Ha pasado un mes desde que caíste inconsciente — él comenzó a narrar — Pain ha sido — hizo una pausa para pensar un segundo— … convencido por Naruto de que estaba en un error. Gracias a ello el mismo Pain o debería decir Nagato su nombre real, volvió a la vida a todos los que perecieron en el ataque, entre esos tú y yo — yo abrir los ojos como platos, había muerto y él también.


Recordé como le había visto clavado de cuerpo entero en el suelo he inconsciente, aunque en realidad estaba muerto. Quise preguntarle qué me ocurrió a mí pero él vaticino con mi expresión lo que deseaba saber y continuó.


— Tu corazón fue perforado, además de que habías usado mucho chakra mientras fuiste títere de Nagato. Él te uso como uno de sus seis secuaces, tú te encargaste de abrir la barrera protectora que cubría la villa he invocar una bestias que también se encontraban bajo el yugo de Pain — Kakashi bajo sus parpados para ver algún punto frente a él —. No fue fácil para Naruto o para mi verte en ese estado. No deseábamos dañarte y Nagato sabía eso, fue Itachi quien logro extraer algo de tu conciencia. Yo ayude un poco gracias a mi sharingan, aunque únicamente un portador puro como él podría adentrarse en el subconsciente de otro de la forma que lo hizo contigo — sus casinos ojos me divisaron con algo de melancolía —. Él realmente se ha preocupado por ti. Hace poco estuvo aquí y nos dijo que pronto despertarías.


Un recuerdo vago de estar hablando con él debajo de mi manzano me abordo, pero los detalles se me escapaban como agua entre los dedos.


— ¿Dón…de…Ita… — Kakashi alzo una mano para que callara.


— Lamento decirte que no lo sé, únicamente Naruto conoce su paradero — algo en la forma que Kakashi evadía verme directamente me daba una ligera impresión de estar ocultándome algo.

Yo pestañe un par de veces y mire al techo. No sabía si sentir miedo, decepción o tristeza. Quería verle, constatar que se encontraba sano y salvo. Suspiré y cerré mis ojos, no era momento de caer en depresión, necesitaba recuperarme para averiguar cómo estaban todos y dónde se encontraba Itachi.


— Debido a los desastres que Pain ha causado en la villa, todos se encuentran trabajando para restaurarla, aquellos que hemos fallecido debemos mantenernos en observación, yo fui dado de alta hace unos días pero no me permiten hacer nada forzoso o agitarme, por eso decidí cuidarte para darle un respiro a Ino y Shizune que no han dejado de atenderte todo este tiempo — Kakashi se rasco la nuca con nerviosismo — . Espero no te incomode.


Por supuesto que no me incomodaba, más bien me sentía culpable que él debiera de cuidarme poco después de ser dado de alta.


Kakashi vino todos los días a verme y me ayudaba en mi terapia para recuperar mi movilidad. Ino y Shizune aparecían a menudo a chequearme y sanar cualquier rastro de mis heridas. Las marcas de las piezas metálicas que Pain me incrusto en el cuerpo ya no existían. Luego de una semana de haber despertado yo ya me encontraba paseando en silla de ruedas con Kakashi en los alrededores del hospital.


En este tiempo no llegue a ver a Naruto, y mucho menos a Itachi. Admito que le extrañaba pero debía enfocarme en mi recuperación para buscarle.


— Kakashi, ¿por qué Itachi no se quedó hasta que yo reaccionara? — le pregunte mientras veíamos desde la lejanía como las personas trabajaban para reconstruir unas casas.


Él estaba detrás de mí, le escuche suspirar antes de hablar — No lo sé.


— Mientes — le acuse y a su vez veía como unos obreros se pasaban láminas de maderas para colocarlas en el tejado de una vivienda —. Sé que me ocultas algo — voltee mi rostro sobre mi hombre para verle — ¿Qué ocurrió con Itachi?


Kakashi me devolvió la mirada. Su único ojo a la vista lucia cansino y llevaba un brillo de seriedad.


— Prometí no decirte, pero creo que te enteraras tarte o temprano — un escalofrió recorrido mi espalda y brazos —. Debido al uso excesivo de su jutsu ocular, Itachi está casi ciego… su vista pronto perderá la luz.





 

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